LA IMPORTANCIA DEL DISCURSO INTERNO EN LOS TRASTORNOS MENTALES.

LA IMPORTANCIA DEL DISCURSO INTERNO EN LOS TRASTORNOS MENTALES.

El discurso interno es un diálogo interior que mantenemos con nosotros mismos y que puede ser utilizado para una gran variedad de propósitos como planificación, resolución de problemas, toma de decisiones…etc Sucede que, en algunos trastornos de depresión, fobias, ansiedad, hipocondría (entre otros) este discurso es CONSTANTE Y POCO AMISTOSO, suelen ser rumiaciones inconscientes y persistentes que provocan un gran nivel de activación en determinadas ondas y regiones cerebrales. 

Por ejemplo, el discurso interno en:

  • DEPRESIÓN: suele estar caracterizado por ser negativo y autocrítico provocando un aumento de los sentimientos de desesperanza y por lo tanto un empeoramiento de los síntomas asociados al mismo. 
  • ANSIEDAD: caracterizado por ser  preocupante e hiperactivo, suele alimentar la sensación de miedo y angustia repercutiendo en nuestras conductas. 
  • OBSESIONES: el discurso en este caso se caracteriza por ser tremendamente intrusivo y repetitivo y actúa como refuerzo de los pensamientos obsesivos y de los comportamientos compulsivos que caracterizan a este tipo de trastorno. 

Teniendo en cuenta esto…¿Sabías que nuestro discurso interno activa determinados circuitos y áreas en nuestro cerebro? Nosotros hemos detectado un patrón característico. El cerebro está en constante funcionamiento y gracias a técnicas como el electroencefalograma (EEG), sabemos qué regiones muestran mayor actividad y cuál es el patrón de ondas cerebrales que tiene la persona. 

La desregularización del cerebro es la base de los trastornos mentales

   El lenguaje es un sistema de representación: da forma a nuestras ideas y representaciones mentales: lo que hablamos influye y modifica lo que pensamos pero… ¿Y lo qué hablamos con nosotros mismos?. Hemos podido comprobar que en personas con mucho discurso interno, existe una activación cerebral con patrones definidos por: 

  • Elevada activación en una zona concreta de nuestro cerebro: EL LÓBULO TEMPORAL IZQUIERDO, el cual desempeña un papel fundamental en:
    • La percepción auditiva.
    • Procesamiento del lenguaje.
    • Memoria.
    • Emociones.

          Además, se relaciona con la capacidad de autorreflexión sobre los propios pensamientos y emociones

  • Elevada presencia de ondas cerebrales concretas: HIBETA o BETA ALTAS (21-35 Hz), las cuales:
    • Indican un ritmo muy rápido de actividad cerebral.
    • Están relacionadas con un alto procesamiento cognitivo. 
    • Pero también con ansiedad, preocupación, pensamientos obsesivos etc.    

Las neuronas se comunican entre ellas a través de corrientes eléctricas que provocan que los circuitos neuronales se activen más o menos en función de la actividad que estemos llevando a cabo. Cada onda cerebral posee una frecuencia y localización propia, es por eso que la alta rumiación provoca un desajuste en nuestro cerebro: produciendo una excesiva cantidad de ondas HiBeta, por lo tanto, cuanta más rumiación, más fuerza coge el circuito. Esto tiene que ver con lo que conocemos como PLASTICIDAD CEREBRAL: El cerebro aprende y cambia su modo de funcionar, modifica los circuitos y genera nuevas conexiones. Al igual que un músculo, se vuelve más fuerte cuanto más se entrena.

   En nuestro Centro, Instituto de Neuropsicología Clínica, trabajamos con Neurofeedback y con la atención técnicas que consiguen cambios en dichos funcionamientos, enseñando al cerebro a activar y cambiar patrones: inhibiendo ondas demasiado rápidas o demasiado lentas de manera CONSCIENTE Y VOLUNTARIA.